Hoy en día es imposible pensar en una sola interpretación sobre lo que conocemos como "viajes en el tiempo". A lo largo de la historia, se han puesto sobre la mesa numerosas teorías respecto a dicho tema, sin llegar a considerar como verdaderamente ciertas ni una sola de ellas... de momento. Por supuesto, tanto en la literatura de ciencia ficción, como en el mundo del cine y la televisión, se han representado múltiples visiones sobre estos viajes en el tiempo; ya sea con mayor o menor éxito. A los más jóvenes quizás no os pase, pero si creciste en los ochenta, seguro que ahora estás tarareando la icónica melodía de Regreso al Futuro (Yo no me la quito ya de la cabeza hasta mañana). Sin embargo, como ya he comentado antes, esta es tan solo una de las muchas visiones sobre este fenómeno.
Ahora le ha tocado el turno a 2067, una producción australiana, dirigida por el especialista en efectos visuales, Seth Larney; y el cual es su segundo largometraje. En esta película, nos encontramos en un futuro próximo, en el que la humanidad está, como de costumbre, al borde de la extinción. Las guerras, la contaminación y ciertas epidemias, no solo han aniquilado millones de vidas, sino que han acabado con la vegetación del planeta, provocando que los seres humanos deban usar oxígeno artificial, para sobrevivir. Este film, estrenado en 2020, se puede ver ahora también en Movistar +, a partir del 1 de abril.
Buena idea, mala ejecución
2067 plantea una historia interesante, que puede llevarte a seguir visualizándola desde su inicio por el atractivo argumental que presenta. Pero este sentimiento de intriga va descendiendo drásticamente, a medida que avanzan los minutos; no pasa mucho tiempo hasta que llega el primer bostezo.
El protagonista, Ethan White (Smit-McPhee), es un muchacho simple y sin carisma, que no parece tener nada especial, cuya única motivación para seguir con su miserable vida y su duro trabajo es poder ayudar a su mujer enferma; algo muy noble, por supuesto. De repente, un día, se entera de que es la única esperanza para salvar a la humanidad, y se ve envuelto en un proyecto que comenzó su padre (Un brillante científico), el cual consiste en viajar al futuro para tratar de descubrir una supuesta cura que podría cambiarlo todo.
Ya de por si, este planteamiento de un supuesto mesías que está destinado a realizar grandes hazañas, es algo demasiado conocido, y le resta valor al resto de personajes; los cuales brillan menos que una bombilla fundida. Aunque el verdadero fracaso es lo que viene después, tras el salto temporal.
A lo largo de la película, se exceden repitiendo escenas del pasado de Ethan y su padre, con las que poco a poco pretenden añadir una pieza más a un puzzle que no necesitamos terminar para poder ver o imaginar la figura completa. Es verdaderamente tedioso ver a una persona lamentarse durante toda la trama, sin apenas evolución argumental. Hay demasiadas escenas que, o bien sobran (Simplemente, no aportan nada), o bien dan una vaga explicación poco lógica y razonable para su ejecución. Es una lástima que, con un tema con grandes posibilidades, resulte en una película de serie b aburrida, que no deja de repetir tópicos y cliches del género; de forma decepcionante.
¿Qué está pasando con los efectos visuales?
Hay dos cosas que desconciertan bastante cuando ves 2067 (Además de su desperdiciado argumento), y son su puesta en escena y sus efectos visuales. En determinadas partes puedes estar viendo un escenario creíble, y unos efectos especiales bien elaborados (A pesar de su presupuesto). Sin embargo en la siguiente escena, de repente te da la sensación de estar viendo una película de sobremesa, como si hubieran perdido las ganas.
Antes del salto del tiempo, cualquiera podría imaginar que lo que espera al protagonista al otro lado, nos va a deslumbrar o al menos mantener nuestra atención. Por desgracia, esas espectativas se ven arruinadas totalmente, pareciendo que utilizan casi en todo momento prácticamente los mismos escasos escenarios, como si fuera una obra de teatro. Esto reduce enormemente ese mundo que nos quieren mostrar y te deja con sabor a poco.
Los efectos sufren algo parecido, siendo en alguna ocasión, bastante adecuados y vistosos, y en cambio el resto del tiempo, se tornan incluso ridículos. Podemos entender que no contaran con un presupuesto elevado para competir con grandes producciones, pero al menos podrían haberlo planteado de otra forma. Artefactos que parecen sacados de la serie de los Power Rangers, luces muy mal metidas en la escena, etc.
Telenovela del futuro
2067 bien podría presentarse como una telenovela de caracter futurista. Lo que en un principio parecía un guión interesante aunque no muy innovador sobre un futuro próximo, se transforma en una larga obra sobre la amistad y la confianza; casi olvidando su objetivo principal prácticamente.
Hay que decir que los personajes en general de esta película no poseen una pizca de carisma o rasgos destacables; y tampoco ayuda que las interpretaciones sean bastante pobres. Podemos ver a la legua lo que va a suceder en el siguiente acto, a pesar de ciertos cambios drásticos en la personalidad de algunos de ellos. Eso es provocado en parte por diálogos repetitivos y forzados, vueltas de rosca en determinados temas que se podrían cerrar con mucho menos, y sugerentes situaciones que abren paso a las deducciones sin darse cuenta. Resulta muy cargante ver las mismas discusiones o debates tan seguido.
Conclusión de 2067
2067 es una historia futurista fallida. El planteamiento argumental inicial resulta interesante y anima a visualizar más, sin embargo ese interés va descendiendo a medida que avanza la película. Con un desarrollo pobre y soso, una puesta en escena reducida y poco elaborada, personajes mal interpretados y sin carisma, efectos escasamente vistosos, y escenas que resultan repetitivas y predecibles. Un film de ciencia ficción que podría clasificarse de serie b, y que acaba resultando largo y tedioso. Una auténtica decepción, que ofrecía muchas posibilidades, y sin embargo deja muy mal sabor.
Nota
3/10