Mucho ha dado de qué hablar esta película, desde que se anunció siquiera hasta hoy, y seguirá dando de que hablar incluso al paso de los años, y con toda la razón.
Si tengo que definir esta película en un párrafo, podría decir sin temor a equivocarme, que por fin hemos podido presenciar una excelente adaptación sobre los orígenes de un villano de cómic, y más sobre un villano tan conocido como es el el príncipe payaso del crimen.
Hay que reconocer que muchos fanáticos de los cómics íbamos un poco temerosos a las salas de cine, a pesar de saber que Joaquín Phoenix es un gran actor que haría todo lo posible por realizar una buena interpretación de este nuevo Joker. Y no es para menos, después de ver como Warner ha tomado tantas y tan malas decisiones con respecto al universo DC en el cine (Véase Escuadrón Suicida o La Liga de la Justicia). Este es un personaje muy difícil, y no sería la primera vez que tratan de estrenar una película en solitario de un villano, (Véase por ejemplo el desastre que hizo Sony con Venom), y los resultados no fueron para dar palomitas, ni mucho menos.
Pero este no ha sido el caso, y es que Todd Phillips ha dado una visión realista y espectacular de este personaje, que ha coincido incluso a los que no leen cómics.
La historia no podría ser más dramática, y nos presenta a Arthur Fleck, que es un tipo trastornado y con muy mala suerte en la vida, que sólo quiere hacer reír a los demás. Es el reflejo de aquellas personas que resultan invisibles para la sociedad, y de paso critica esa misma sociedad tan hipócrita que tanto favorece a los ricos y perjudica de sobremanera a los que menos tienen.Tras unos trágicos y desafortunados sucesos, Arthur irá perdiendo poco a poco la cordura y transformándose finalmente en el Joker.
Ese es uno de los puntos fuertes de esta película, la perfecta y bien trabajada transformación que sufre el protagonista a lo largo de la película, y que lo lleva ha perder la cabeza de la manera más dramática posible, convirtiendo de repente ese ambiente tan tétrico y triste en un macabro espectáculo que no pierde realismo en ningún momento y que bien puede ser una historia auténtica.
La banda sonora acompaña en todo momento las escenas que van surgiendo, llegando incluso a provocar que el espectador pueda meterse en la cabeza de Arthur y saber que es lo que siente en cada instante, traspasando ese sentimiento al público. Desde luego ha sido un gran acierto.
El reparto se adapta de maravilla con la trama, y Joaquín Phoenix brilla en todo momento con su estupenda interpretación.
Además, aquellos que iban sin esperar ver referencias a los cómics o al universo de Gotham City, se van a llevar muchas sorpresas, porque además de la estupenda escenificacion y de la representación tan realista de una ciudad decadente como es Gotham, esconde muchos Easter eggs y unas cuantas referencias que todos los fans sabrán apreciar y lo agradecerán.
Desde luego, esta película va a dar mucho que hablar durante muchos años, y merece la pena verla, seas o no fan de los cómics, pues cuando termina, solo tienes ganas de levantarte del asiento para aplaudir. Una auténtica obra maestra del cine.
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