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Foto del escritorJavi Sardi

Espiral: Esto no es lo que parece


A lo largo de la historia, el ser humano se acostumbró a temer lo desconocido. Ya sea por comodidad, o bien por simple y pura ignorancia; en cuyo caso, también va incluida esa necesidad de aceptación social, que impide dar una propia opinión personal, por miedo al rechazo de las masas. En unos casos, los temerosos simplemente miran para otro lado; sin embargo, en otras ocasiones, las cosas pueden ponerse muy feas y tensas. Y por desgracia para los protagonistas de Espiral, son precisamente ese tipo de situaciones las que van a tener que sufrir.

Dirigida por Kurtis David Harder, y estrenada el 25 de agosto de 2019 en el Arrow Video Frightfest; este thriller de terror canadiense promete no dejar indiferente a los fanáticos del género.




Atrapa inevitablemente de principio a fin

Espiral nos cuenta la historia de Malik (Bowyer-Chapman) y Aaron (Ari Coheny), una feliz y enamorada pareja homosexual, que se muda a una pequeña ciudad para comenzar una nueva y tranquila vida. Junto a ellos viaja la hija adolescente de Aaron, Kayla (Jennifer Laporte), quien no está nada contenta con este cambio; como suele pasar muchas veces. Los tres descubrirán por las malas que su nuevo hogar esconde algo muy siniestro entre sus vecinos.

De seguro esta idea puede resultar bastante recurrida en películas o novelas de suspense. Un pequeño pueblo o ciudad en medio de la nada, unos lugareños un tanto extraños y misteriosos, y unos protagonistas que no encajan con el entorno. No es realmente novedoso, y aún así, Espiral consigue gestar una ligera diferencia en su argumento.

La trama da mayor protagonismo a Malik, quien sospecha desde el principio del insólito comportamiento de sus vecinos, viéndose obligado a investigar para obtener respuestas; como es costumbre en este tipo de circunstancias. Lo que va descubriendo por el camino solo parece generar más preguntas que respuestas. Y mientras tanto, el pobre Malik se debate entre la locura, la rabia y la impotencia. Algo terrible esconde esa gente. Cada paso revela poco a poco una siniestra verdad, y es precisamente esa incertidumbre la que provoca que mantengas tu atención en todo momento, tratando de no perder detalle.




Hablemos de inclusión

Estaremos de acuerdo, en que el colectivo LGTBIQ cada vez tiene mayor representación tanto en cine como en televisión. La sociedad aún debe trabajar mucho en lo que a inclusión y aceptación se refiere; a pesar de todo lo que se ha conseguido. Por eso Espiral resulta tan gratificante de ver, no solo por su trama, sino por el valiente mensaje que transmite, y por la forma que tiene de profundizar en temas que hasta hace poco habían sido tabú, o bien han provocado miles de debates a lo largo de los años.

Malik y Aaron son el perfecto ejemplo de ello, mostrando como incluso en la actualidad, pueden seguir existiendo prejuicios contra aquello que es diferente o se sale de lo conservador. Y aunque es cierto que en determinadas escenas este film canadiense peca ligeramente de ciertos tópicos, no se puede negar el esfuerzo que hace por defender sus valores. Ya es hora de normalizar estos temas, ya es hora de una mayor inclusión social y de géneros, ya es hora de poder ver al colectivo LGTBIQ protagonizar una película simplemente de terror. Esperemos ver más de esto en el futuro.




El miedo tiene distintas formas

Espiral es de esas producciones de suspense que espera hasta el momento final para dar el golpe de gracia. Quizás no asuste como podría hacerlo una película de terror casual, pero desde luego se crea una continua y creciente sensación de inquietud e incertidumbre en el ambiente a cada momento que pasa.

Juega con la mente del espectador y lo envuelve en su trama, provocando la duda en su cabeza. Habrá momentos en los que sientas auténticos escalofríos, y es que no todas las historias de terror tocan los mismos palos, ni el miedo tiene siempre la misma forma.

Aunque no es todo un camino de rosas. Ya que tiene alguna que otra escena, que de no haberse puesto, la historia no lo habría notado realmente. Además deja al aire diversos asuntos sin resolver del todo. Algo que se podría solucionar de haber una segunda parte. Y de seguro su argumento tiene potencial para mínimo una secuela.




Conclusión de Espiral

Espiral es un thriller de terror, que puede no asustar como lo haría normalmente una del mismo género, pero desde luego su siniestro argumento genera duda y una enorme sensación de inquietud.


Muestra un valiente mensaje de inclusión y en defensa del colectivo LGTBIQ, el cual es un placer ver protagonizar un film de suspense, sin populismo ni oportunismo de por medio. Aunque la idea argumental no es algo novedoso y tiene escenas que de no haberse mostrado, no afectarían a la trama; su interesante e intrigante historia te atrapa de principio a fin inevitablemente. Deja en el aire algunas cuestiones sin resolver del todo, lo cual podría solucionarse con una secuela. Y no hay duda de que tiene potencial para ello.

Nota 8,5/10


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