¿Alguna vez has oído hablar de la hipnoterapia? Si no es así, la palabra en cuestión te lo deja claro. Dicha práctica consiste en usar la hipnosis con fines terapéuticos, aplicada en los campos de la psicología y la medicina.
Numerosos estudios aseguran que puede ser una herramienta muy poderosa y eficaz para mejorar la salud y bienestar de las personas. Algo así podría suscitar la aprensión de mucha gente, en gran parte culpa de lo que ven en la televisión o el cine, por ejemplo. Y es justo ahí donde se encuentra esta película, Hypnotic; para no variar, y alimentar ese pensamiento.
Dirigida por Matt Angel y Suzanne Coote. Este thriller psicológico está disponible en Netflix desde el 27 de Octubre de 2021.
La trama no hipnotiza
La primera y breve primera escena de Hypnotic, es una pequeña muestra de lo que vamos a ver a continuación. Tras esta casi sugestiva introducción, entra en escena la protagonista, o más bien la victima principal de la historia, Jenn; interpretada por Kate Siegel. Jenn es una joven que en ese momento se encuentra estancada tanto en lo profesional como en lo personal, y no parece querer esforzarse por salir de ese estado mental.
Una noche, en una fiesta incómoda de narices, su mejor amiga le presenta de forma obligada al doctor Collin Meade, su psicólogo, del que habla maravillas. Lo que no se imaginan, es que este misterioso sujeto se la va a liar bien parda.
Meade, interpretado por Jason 0’Mara, es irritantemente encantador, y acaba convenciendo a Jenn para tratarla. Aunque algo escéptica, decide asistir a la primera sesión, en una consulta que bien podría usar el villano de turno como guarida. Pero a pesar de ese primer aviso, Jenn sigue adelante y comienza su tratamiento con el dr Meade, al cual le basta solo con tres o cuatro preguntas y una vaga explicación para terminar convenciendo de nuevo a jenn; esta vez para que use la hipnosis con ella. Es entonces cuando comienza su pesadilla, y dónde nuestras espectativas se van a pique.
No es que el tema en cuestión no tenga potencial, que lo tiene, pero no está aprovechado. Hay demasiada simpleza en el desarrollo de la trama, no transmite ni llega a convencer. El perturbado hipnoterapeuta no se tiene que esforzar apenas, ya que los protagonistas se lo ponen bastante fácil, cayendo de lleno en todas las trampas; en ocasiones casi pareciendo que lo hacen a drede, por muy evidente que sea el peligro. Si a esto le añadimos que su conclusión, además de predecible, es totalmente insustancial, no queda más que otra entre el montón, sin más que ofrecer.
Lo intenta pero...
Hypnotic tiene cierto ritmo, eso hay que concedérselo, ya que no se va por las ramas. Sin embargo, se le ve venir de lejos, eliminando cualquier atisbo de intriga o sorpresa. Se fuerza la máquina para seguir enredando el enredo y encajar las piezas como sea, lo que resulta frustrante e incluso absurdo en ocasiones. Si algo tiene que pasar, tenga lógica o no, pasará igualmente; aún cuando eso signifique mostrar al público un claro pasotismo.
Su tono, rascando lo rancio, se ve desganado y sin carácter. Esto se puede percibir muy fácilmente en los personajes, que siguen un camino marcado que no les permite brillar, pasando sin pena ni gloria. Su poca ambición pasa factura, y aunque puede resultar entretenida para aquellas personas menos exigentes, muchos otros quedarán descontentos con el resultado.
Hypnotic es el quiero y no puedo del suspense, con nada nuevo y atrayente que aportar al mundo del cine.
Conclusión de Hypnotic
Hypnotic es un thriller psicológico poco ambicioso y simple. Su trama se muestra insustancial y demasiado predecible, llegando a resultar frustrante e incluso absurda en ocasiones; y eliminando cualquier atisbo de intriga o sorpresa.
El tema en cuestión tiene potencial, pero no lo aprovecha en absoluto. Los personajes y las escenas siguen un camino marcado de forma forzosa para que todo encaje, tenga lógica o no.
Tiene ritmo, pero no llega a transmitir ni convencer. Los menos exigentes la verán entretenida, pero para otros muchos solo resultará otra decepcionante película más entre el montón. El quiero y no puedo del suspense, con nada nuevo que aportar al mundo del cine.
Nota
3,5/10