Una de las trilogías favoritas de Mega Drive (con el permiso de Sonic & Knuckles) es la de Sonic the Hedgehog. Los tres juegos principales del erizo son una de las grandes razones por las que Sega consiguió plantarle cara a Nintendo y al todopoderoso Mario. Pero de un tiempo a esta parte, Sonic the Hedgehog 3 ha desaparecido de todas los relanzamientos actuales sin dejar rastro, incluyendo la completísima Mega Drive Mini.
Aunque cada uno tiene su favorito, es indudable que Sonic the Hedgehog 3 es un juegazo, y junto con la particular expansión coprotagonizada por Knuckles, una de las aventuras más completas de la mascota de Sega. Obviamente, Sonic 3 era un habitual de los relanzamientos y colecciones de juegos clásicos de la compañía japonesa... hasta 2010.
Este título está disponible en casi todas las plataformas de la pasada generación (Wii, Xbox 360, PlayStation 3, PC y DS), pero en estos nueve años no se le han vuelto a ver las púas. Gracias al motor desarrollado por Christian Whitehead, Sonic está volviendo a tener una segunda juventud. Sus juegos clásicos se adaptan a los sistemas nuevos con facilidad manteniendo su esencia intacta, e incluso permite títulos como Sonic Mania.
Whitehead ha mostrado que esta aventura ahora perdida funciona a las mil maravillas en su Retro Engine, pero a diferencia de, por ejemplo, Sonic the Hedgehog CD, no ha visto un lanzamiento oficial. Está claro que la relación entre Whitehead y Sega es fantástica, así que tiene que haber algo más; algo que ha causado que Sonic se haya tenido que ir... y rápido.
Para comprender toda esta historia tenemos que viajar unas cuantas décadas al pasado y hablar de una de las mayores leyendas de la historia de la música: Michael Jackson. El «Rey del pop» fue, abiertamente, un apasionado de los videojuegos. Tenía multitud de máquinas recreativas y los llamados «kioskos de demostración» de todas las consolas (desde Virtual Boy a Dreamcast) en su casa -más de 100, que tuvo que subastar cuando pasó por problemas financieros-, e incluso hizo cameos en varios títulos, como Ready to Rumble 2: Round 2. Pero, de todas las compañías, es indudable que tenía una relación especial con Sega.
No podemos olvidarnos de que Sega desarrolló las dos versiones principales de Michael Jackson's Moonwalker -las de consola y la de recreativa-, pero la cosa iba más allá. Jackson visitaba con cierta frecuencia las oficinas de Sega. En el Fun & Serious de 2016, Pablo Grandío, director de Vandal, le preguntó a Yuji Naka, programador de Sega y padre de Sonic, al respecto, lo que dejó una curiosa anécdota sobre la relación entre el músico y la desarrolladora.
Naka comentó que «Michael Jackson amaba Sega», y que ambos coincidieron en varias ocasiones. Una de estas visitas la hizo acompañado de sus hijos, y aprovecharon para jugar los tres contra el propio Naka a una recreativa de Power Drift que tenían en la oficina. El programador tenía órdenes de dejarse ganar, pero Jackson, en la última vuelta, chocó y Naka lo adelantó ya sin tiempo de permitir la remontada.
«Mi jefe me pegó una patada por detrás y me dijo: "¿qué has hecho? ¡Le has ganado a Michael Jackson!". Mi jefe estaba supercabreado ese día [...] y no lo digáis muy alto, que seguramente se volverían a cabrear», recordaba Naka entre risas. «Es lo único que creo que puedo comentar sobre nuestra relación con este artista», concluía, dejando la puerta abierta a otros secretos.
Uno de los secretos peor guardados de la industria es que Michael Jackson compuso, al menos, parte de la banda sonora de Sonic the Hedgehog 3. Y tiene todo el sentido del mundo. Para alguien como Jackson, que adoraba los videojuegos, poder formar parte de un título así tenía que una oportunidad fantástica, y para Sega, contar con una de las mayores estrellas de la historia de la música era algo que no podían rechazar.
A día de hoy, Sega ha reconocido de manera oficial que Michael Jackson y algunos de sus colaboradores estuvieron involucrados en la creación del juego, pero nunca ha reconocido que su trabajo llegase a la versión final. La comunidad no parece tener muchas dudas, ya que, comparando ciertas melodías de la banda sonora y de canciones de la estrella del pop los parecidos son más que evidentes.
Por si esto fuera poco, muchísima gente muy cercana al proyecto ha confirmado la participación del artista. Músicos como Cirocco Jones afirman en su currículum haber trabajado con Jackson en el juego; Brad Buxer, que también asegura haber trabajado en la banda sonora con él, llega incluso a revelar que la melodía de los créditos acabó convirtiéndose en la base de Stranger in Moscow; y el propio Naoto Ohshima, cocreador de Sonic, afirmó que había grabado una demo a cappella, pero que no pudieron usar sus composiciones por «varios incidentes». Esta demo todavía estaría en posesión de Sega.
Pero ¿qué pudo causar que semejante colaboración quedara oculta en las sombras? ¿Por qué ninguna de las dos partes quiere que se sepa de manera oficial? La verdad, seguramente, nunca lo sabremos. Ahora mismo tenemos dos versiones, una que responsabiliza a Sega y otra que responsabiliza a Jackson.
La primera es que las acusaciones de abuso sexual hicieron que la compañía nipona no quisiese que el músico se vinculase con ninguno de sus productos, generalmente dirigidos a un público infantil y joven. Es, desde luego, una teoría posible, aunque, de haber sido Sega la que cortase por lo sano, quizás no tendría mucho sentido su retorno como Space Micheal en la saga Space Channel. Aun así, Roger Hector, coordinador ejecutivo de Sonic the Hedgehog 3 y de Sonic & Knuckles afirmó en una entrevista que ésta fue la razón.
La segunda, según explicaba Buxer, es que Jackson no estaba muy contento con los resultados; que la calidad del sonido que podía producir Mega Drive no le convencía, y prefirió que esas composiciones no se vinculasen con su nombre y se rehicieran.
Como he mencionado antes, la aparición oficial de Sonic the Hedgehog 3 fue en 2010, un año después de la muerte del artista. Pero ¿Por qué la muerte de Michael Jackson puede causar que un juego desaparezca de la faz de la tierra? Seguramente, la situación es más compleja de lo que jamás nadie va a admitir.
Jackson falleció en junio de 2009, y Sonic Classic Collection se lanzó casi un año después, en marzo de 2010. De haber algún problema legal, Sega habría eliminado la tercera parte antes de lanzarlo como hizo a posteriori. Quizás, el problema, es precisamente la falta de acuerdos legales.
Varios altos ejecutivos de Sega América, incluyendo el entonces presidente Tom Kalinske, afirmaron que si Jackson había estado involucrado en Sonic the Hedgehog 3, lo estuvo sin que ellos lo supieran, y que no hubo ningún contrato o acuerdo legal... Lo que nos lleva a 2010 y a otra teoría de lo que ocurrió.
Michael Jackson, en efecto, compuso varias melodías para la tercera entrega de Sonic. Como decíamos, el artista visitaba las oficinas de Sega con regularidad, y parece casi inevitable que propusiese ideas sobre la música durante el desarrollo. Por una razón u otra, su trabajo se encubrió, siendo editado por otros músicos, pero dada la buena relación entre ambas partes, el juego se lanzó y relanzó durante años sin problemas.
Después de que falleciese Jackson, y con más testimonios sobre su participación que nunca, sospechamos que alguien de su familia o su equipo abogados se puso en contacto con Sega al respecto. No se sabe si pidieron una auténtica fortuna para permitir el uso de esa música, si pidieron, directamente, que no se volviese a comercializar, o si, sencillamente, ambas partes están intentando averiguar cuál es la mejor manera de legalizar el asunto... y no está siendo ni fácil ni rápido.
Probablemente, la única nota positiva de todo esto es la confirmación de que hay música compuesta por Michael Jackson en Sonic Hedgehog 3; de no haberla, la muerte del artista y la desaparición del juego no habrían coincidido. Pero esto formula la siguiente pregunta: ¿qué pasa ahora?
Han pasado casi diez años desde la última vez que Sonic 3 llegó a una tienda, y el hecho de que no esté presente en la nueva Mega Drive Mini nos hace pensar que la cosa no va a cambiar pronto, ya que sería el momento perfecto para su retorno. De haber solución, es de suponer que los costes legales no justificarían los beneficios que un juego como éste reportarían en la actualidad; pero hay una alternativa.
La versión de PC de Sonic 3 & Knuckles tiene una banda sonora diferente que, se puede suponer, es otra de las víctimas de esta situación. Sega podría relanzar el juego de Mega Drive con la música de PC, o dejar que un nuevo compositor (como Tee Lopes, de Sonic Mania) se encargue de crear nuevas melodías.
Esto, eso sí, significaría reconocer públicamente que hay problemas relacionados con la música de Sonic the Hedgehog 3, aunque la desaparición del título durante casi una década es básicamente lo mismo.
Es una pena que un título tan icónico se haya «perdido», a saber si para siempre, y a raíz de algo que empezó con las mejores intenciones. Por suerte, muchos de nosotros tenemos alguna copia del juego, ya sea el original en cartucho o una de las versiones relanzadas posteriormente, aunque todo esto sirve, en cierto modo, para recordarnos la importancia de preservar los juegos y, como arte que son, asegurarse de que las futuras generaciones también pueden disfrutar de ellos.
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