Los Últimos Frikis del Mundo (Título original The Last Kids on Earth), es una serie de animación para todos los públicos.
Está basada en la saga literaria del mismo nombre, escrita por Max Brallier, de la editorial Penguin Random House (publicada por Editorial Hidra en nuestro país).
Cuenta la hilarante historia de unos preadolescentes muy diversos entre sí, que deben colaborar, sobrevivir y ¿Por qué no? Divertirse, en un mundo post apocalíptico lleno de zombis y monstruos.
Los Últimos Frikis del Mundo está dirigida por William Lau. El primer episodio, de una hora de duración, se estrenó en Netflix el 17 de septiembre de 2019 en España, y la segunda parte el 17 de abril de 2020.
Misma fórmula, con una perspectiva más jóven
Los Últimos Frikis del Mundo presenta una trama que se ha explotado hoy en día en exceso: Un mundo post apocalíptico, muchos zombis y monstruos. Seguro que el argumento recuerda a otras películas o series de muertos vivientes, pero en esta ocasión el humor es la base principal, y los más jóvenes su público.
El protagonista de Los Últimos Frikis del Mundo, Jack Sullivan es consciente de la situación en la que se encuentra, pero no duda en hacer de ese monstruoso mundo, un juego. Para los adultos y adolescentes quizás nos suene similar también a la serie de la misma plataforma Daybreak, pero con un tono más apto para todos los públicos.
Desde luego, resulta muy entretenido ver como, tanto Jack como sus pintorescos amigos, se ríen del apocalipsis a su particular manera.
Un apocalipsis muy colorido
En Los Últimos Frikis del Mundo, la estética está muy bien representada, respecto a las caricaturas plasmadas en las novelas; son ambas muy similares entre sí. Los colores son muy vistosos y atractivos para el ojo, lo que hace mas agradable ver incluso al monstruo más feo.
La animación es sencilla, pero muy fluida. En muchas ocasiones, da la sensación de estar viendo la ilustración animada de un libro. Todos los personajes y los escenarios se mueven y se compenetran de maravilla, eliminando esa sensación de fondo de teatro que suelen ofrecer en otras series. Eso no quita que, por supuesto, también veamos ciertos elementos del paisaje que se nota que están fuera de plano y sin posibilidad de interacción.
Sin sangre, pero con mucho salero
A pesar de la evidente ausencia de casquería, que es algo abundante en este tipo de temática; en Los Últimos Frikis del Mundo, no parecen necesitar nada de eso para divertir al público. Los protagonistas consiguen que la historia resulte como si fuera un videojuego, en el que deben conseguir una serie de objetivos, y mientras tanto, pasarlo en grande en el proceso.
Los zombis y monstruos que aparecen en Los Últimos Frikis del Mundo, aunque amenazantes para los únicos supervivientes, resultan muy cómicos y en ocasiones hasta entrañables para los espectadores. Y aunque, por supuesto, también tiene sus momentos absurdos y excesivamente fantásticos, típicos de una serie infantil, eso no provoca que decaiga el interés ni que reduzcas la sonrisa.
Una historia de adultos, para niños
El guión de Los Últimos Frikis del Mundo, se desarrolla como una película de terror o de ciencia ficción, pero adaptada para que los niños puedan disfrutarla. Tiene ese toque de supervivencia, pero con su propia personalidad desenfadada.
Los Últimos Frikis del Mundo rompe la cuarta pared, que es un recurso muy utilizado hoy en día, y se dirige al espectador para explicarle la situación o para dar remates de humor muy divertidos.
Además el misterio que rodea a la catástrofe, y que incita inevitablemente a los protagonistas a tratar de descubrir la verdad, le otorgan más interés a la trama. Todo esto ya ha funcionado en películas y series para adultos, y en esta historia, consiguen que los niños puedan descubrir este género a su alegre y simpática manera.
Conclusión de Los Últimos Frikis del Mundo
Los Últimos Frikis del Mundo es una excelente y muy divertida serie para todos los públicos. Con un argumento digno de película de terror y ciencia ficción, pero adaptada para los más jóvenes y con su propia perspectiva y colorida estética.
Sin duda es una serie con mucho potencial, que representa fielmente la saga de novelas escrita por Max Brallier. Divertida, hilarante, entrañable y muy interesante; una serie recomendada para introducir este género post apocalíptico a los niños, de forma amena y agradable.
Nota
9/10
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